Una de las claves del éxito es comprender que todo lo que deseamos y todo lo que podemos alcanzar tiene un precio. Mientras una persona se mantiene en la mendicidad que le hace creer que puede recibir sin dar, no podrá elegir lo que recibe y siempre será mucho menor de lo que esperaba, generándole una frustración y un enojo absolutamente innecesarios. En el Universo y en la vida todo mantiene un equilibrio entre el dar y el recibir y depende de cada uno hasta dónde queramos llegar y qué precio estemos dispuestos a pagar para lograr nuestros propósitos.