Sobre mí
Ejerzo, en mi trabajo y en mi vida, la espiritualidad práctica, la que se manifiesta en lo cotidiano y sirve en el instante presente, suceda lo que suceda. No creo en aquella que sólo sirve para escapar de unas circunstancias insanamente construidas. Creo y confío en la vida en sus múltiples formas, y en ella recorro el sendero de la consciencia, sabiendo que cada paso me sitúa en el principio de un nuevo camino, con todo por aprender.
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Nací un 20 de diciembre en Barcelona. Mi necesidad de independencia me empujó a comenzar a trabajar con 15 años mientras terminaba mis estudios. A lo largo de nueve años engrosé mi curriculum de aptitudes experimentando en distintos terrenos del mercado laboral socialmente aceptado. Hasta que en 1996 las circunstancias me empujaron a asumir por completo mi compromiso con la labor que vengo desarrollando desde entonces. Labor que encajó perfectamente con mi pasión por la escritura. Comencé escribiendo cuentos con cinco años y durante mi infancia gané varios premios literarios infantiles.
Conozco, desde que era una niña, dimensiones paralelas a la que vemos, a seres alados, a maestros y a otras entidades de las que nunca se habla. De la misma forma, conozco el dolor y el sufrimiento que provocan las emociones, el boicot de la mente y del ego, la derrota, la impotencia, el agotamiento y el temor. Sé que no existen vías rápidas, ni recetas mágicas, no hay caminos estándar, ni nadie que vaya a hacer por mí lo que yo estoy capacitada para hacer. Como, a través del tiempo que llevo dedicándome a esta labor, he ido dándome cuenta de que estas bases son idénticas para todos, promulgo la responsabilidad, la honestidad y la coherencia por encima de cualquier credo.
No me adhiero a modas, pues son solo eso, demasiado temporales y demasiado vacías, mientras lo divino pervive más allá de nuestras necesidades y enquistados dogmas. Tampoco juego a ser maestra ni redentora de nadie. Lo que sí puedo hacer es compartir lo que conozco, lo que he experimentado, sin olvidar que mi camino es sólo mío y que cada cual debe seguir el suyo.
Los cursos que organizo son muy intensos, profundos, prácticos y vivenciales. La base de mi trabajo es desmitificar lo que parece inalcanzable, para mostrar la entrada a un mundo donde la espiritualidad es sinónimo de responsabilidad y compromiso con uno mismo. Para ello comparto herramientas eficaces destinadas a alejarse del sufrimiento y acercarse a la consciencia y por tanto al amor.
No vendo recetas fáciles, ni remedios de urgencia, aunque hable de magia, no enseño brujería, aunque hable de otras dimensiones, nunca olvido la madurez y la atención que ésta requiere. Simplemente procuro mostrar el potencial que se halla escondido en el interior de los que llegan hasta mí y restaurar las memorias de lo que, en el fondo, ya saben. Lo que haga cada uno con esos descubrimientos forma parte de su historia personal.