Una vez que la situación que estamos viviendo actualmente se estabilice, lo peor que podemos hacernos es empeñarnos en intentar que las cosas vuelvan a ser como eran antes.
Dentro de la intensidad que estamos viviendo y que aún va a seguir afectando a nuestras vidas durante varios meses, la resistencia es un posicionamiento que va a manifestar mucho sufrimiento. Por favor, ten en cuenta que lo opuesto a resistirse pasa por rendirse: entregarse a la realidad y aceptarla sin peros ni confrontaciones.
Lo que está sucediendo nos está empujando de una forma dulce a una transformación radical. Y digo dulce porque todo podría estar siendo muchísimo peor. Ahora depende de cada uno de nosotros el posicionamiento que elijamos y el partido que saquemos a esta nueva oportunidad que se nos ofrece. Desde la consciencia de nuestra divinidad; sin miedos ni apegos, es posible.