Es interesante comprender la tristeza para poder salvar nuestra felicidad cuando este sentimiento nos inunda.
Cuando aceptamos que puede tener multitud de causas y no buscamos justificarla y la observamos con respeto y distancia emocional, cuando no la negamos y podemos acogernos, mantenemos la calma y nos facilitamos el gozar de lo que está llenando nuestro presente.