Las adicciones son un intento de anestesiar el dolor que todos compartimos. A medida que nos sentimos heridos, si no nos hacemos cargo de lo que sentimos, podemos perdernos en la desconexión que generan las adicciones. En lugar de juzgar y juzgarnos, en lugar de obligarnos a dejar las adicciones a la fuerza, deberíamos descubrir qué dolor estamos intentando esconder para sanarlo mientras nos recuperamos a nosotros mismos.