Ahora que la vida nos está obligando a detenernos deberíamos tomar consciencia de cuanta energía hemos desperdiciado quejándonos de cosas intranscendentales, cuánto tiempo hemos perdido y cuantos regalos de la vida hemos desperdiciado.
En estos momentos, más que nunca, deberíamos ser empáticos, y sobre todo deberíamos hacer acopio de nuestra energía para mantener la calma, en lugar de estar criticando, juzgando o temiendo por un futuro que no será más que la manifestación de nuestros pensamientos presentes.
Trae tu mente al instante presente y agradece lo que sí tienes.